La historiografía latinoamericana y andina de las últimas dos décadas, sumado a las urgencias que provocaron los bicentenarios, ofrece una profusa producción ligada a la construcción del contexto previo a la Independencia, conjugando elites, criollismo y pensamiento político, historia de las mujeres y el género, familias notables y matrimonio, religión y prácticas religiosas, litigiosidad, justicia, inquisición y transgresiones en el medio urbano, mientras que en el ámbito rural indígena las rebeliones y revueltas fueron la contraparte de esos estudios que, casi sin excepción, se centraron en el siglo XVIII. Precisamente, el período tardo colonial constituye el momento en que el sistema de dominación lleva casi dos siglos y en el que están instaladas las representaciones y prácticas junto a los estereotipos sociopolíticos que una nueva casa gobernante y sus aspiraciones reformistas distaron de poder modificar. Este Seminario tiene por objeto indagar, develar y ahondar en la matriz del sistema colonial al abordar el contexto histórico de producción del colonialismo, para lo cual comenzará por estudiar la situación política y socioeconómica de los reinos ibéricos en sintonía temporal con el desarrollo sociocultural operado en los Andes con la última de sus entidades políticas colectivas, el Tawantinsuyu. La articulación de los valores, las instituciones y prácticas castellanas y andinas redundaron en la peculiaridad del sistema colonial que, habiendo perdurado casi tres siglos, se manifiesta actualmente en una herencia visible en los vínculos de patronazgo y clientelismo, los resabios patriarcales, la dependencia económica de la tierra y la explotación de los productos primarios, entre otros rasgos del pasado. Atenderemos a los cambios y perduraciones de prácticas en las sociedades indígenas y a su relación y articulación con la administración colonial, considerando sus negociaciones, resistencia, adecuaciones y mutuas transformaciones. Asimismo, daremos visibilidad, desde su dinámica y producción colonial, a ciertas instituciones, agentes coloniales y grupos sociales en su contexto socioeconómico, observando la densa trama de relaciones en que las normas y las prácticas, sus negociaciones, equilibrios y alteraciones aportaron a la construcción de una sociedad que hoy se nombra híbrida, aunque también colonial o mestiza.